JUZBADO

Donde los versos salpican la roca

Juzbado

Por la vega de Juzbado me topo con varios pintores que llenan sus lienzos con los coloridos matices del paisaje. Son participantes de un certamen de pintura al aire libre. Con total normalidad me cuentan que, cada año, el pueblo invita a grandes figuras de la poesía nacional. Por sus calles han paseado Félix Grande, Paca Aguirre, Antonio Colinas o Juan Carlos Mestre para que lean sus poemas esculpidos en placas de bronce ante vecinos y foráneos. Aquí, hasta los más pequeños rebosan de cultura, pues han decorado las papeleras con obras de grandes artistas contemporáneos y con sus propias creaciones. Sin duda, la villa se encuentra en la primera línea de la cultura, algo que recibo tan atónito como entusiasmado.

Adentrándome en sus peñascosas calles encuentro las primeras placas de bronce, que salpican de versos y emociones las paredes, mientras su lectura sobrecoge mi corazón. La experiencia alcanza un final apoteósico en la atalaya de la Peña del castillo. Ante mis pies una falla geológica, el Tormes y una multitud de teselas primorosamente cultivadas.

No hay que perderse: Las rutas de senderismo “Camino de los bruños”, “Camino Viejo de los Baños”, “Camino de Santa Lucía”; Museo geológico de la Falla de Juzbado-Penalva do Castelo. La Peña del Castillo, el jardín Zen, el antiguo depóstido de agua y el complejo deportivo de las piscinas.

Detalle curioso: “Juzbado, Libro abierto al paisaje” cuenta con un consolidado programa de voluntariado ambiental que une a vecinos y visitantes en distintas acciones para mejorar el entorno natural de la comarca. Hay que informarse y venir.