AÑOVER DE TORMES

Otero de paisajes

Añover

Tengo el mapa topográfico de Añover en las manos, igual soy un poco clásico. La verdad es que me gusta leer la topominia de los pueblos, para reconocer en ella la historia del paisaje. Me he subido al Sierro, un monte donde está colocado un vértice geodésico y la imagen es un amplio anfiteatro natural. Desde aquí voy a organizar el recorrido. Detrás del pueblo intuyo la pedanía de Palacinos, 17 vecinos pero con una entrañable casa rural. Unas calles a penas cementadas y otras de tierra reverdecida. Construcciones cubiertas de teja y barro con muros tradicionales de mampuestos. Así eran los pueblos en 1970. Palacinos se relaciona etimológicamente con el vecino pueblo de Palacios del Arzobispo. Curiosamente, hasta el siglo XVII el propio Añover se llamaba Aldehuela de Palacios, perteneciendo al Arzobispo Compostelano, D. Diego Gelmírez, allá por el siglo XII: "historias de la Historia".

Pasando por encima más disquisiciones históricas, poso mi interés por una rinconada de nombre Cahozacaballos. Allá me han dicho que se dan los nenúfares del flor blanca, en unas pozas del mismo Cañedo. Y, poco más abajo, desde el puente que me lleva hasta Ledesma se contemplan, aguas arriba y aguas abajo, pontones y pasiles de granito que se usaban y usan para cruzar la rivera. Todos los pueblos se comunican por el agua...

No hay que perderse: Las hermosas campanas y el nido de cigueña de la Iglesia Parroquial. La pedanía de Palacinos, el puente junto a la finca de Cuadrilleros y curiosear el mapa para improvisar otros andares.

Detalle curioso: En el plano del pueblo encontramos topónimos tan sonoros y significativos como Raya Moreras, Prados del Hidalgo, Encina Diosteguarde, Rodera de Cabeza la Mesa, Torrebuey o las Pilancas. Sonoridades geográficas.